Desde los garabatos en la cueva a las letras en la arcilla, este libro revisita, o más bien figura, en página propia y con tinta derramada, líneas enlazándose con otras, aventuras del garabato o linderos de la letra.
En cuanto a una página, ¿la definen la tinta o el papel, la geometría o la palabra? Las de este libro se abren a todas las posibilidades y así se encuentran 20 poemas, 27 garabatos, 14 piezas ensayísticas, (las más largas sobre Vallejo, Artaud, Michaux y Lispector). Lejos de ser un amontonamiento caprichoso, los materiales que lo componen merodean, insistentemente, por los quiebres de sentido y las fronteras entre escritura y pintura, trazo y balbuceo.
El viaje del garabato a la letra, o viceversa, nunca ha cesado y aquí ambas derivas de la pluma –o el pincel– encuentran dónde jugar y desplegarse.
Ojo a las hojas: libro para hojear. Al pasar sus páginas se va por territorios derrumbados o a punto de nacer, por los borrosos límites entre palabra e imagen, sentido y silencio. Por toda clase de letras, por toda clase de garabatos. / JCML